El problema del desperdicio de alimentos

El desperdicio de comida en España: un problema que requiere atención

En el año 2022, Espa­ña arro­jó a la basu­ra una impac­tan­te can­ti­dad de 1,17 millo­nes de tone­la­das de ali­men­tos y bebi­das, lo que equi­va­le a una media de 65,5 kilos por cada hogar en el país. Estas cifras alar­man­tes reve­lan un pro­ble­ma de des­per­di­cio de ali­men­tos que afec­ta no solo a la eco­no­mía de los hoga­res sino tam­bién al medio ambien­te y a la sos­te­ni­bi­li­dad de la pro­duc­ción alimentaria.

La pro­ble­má­ti­ca del des­per­di­cio de ali­men­tos no es nue­va, pero las esta­dís­ti­cas mues­tran que per­sis­te y, en algu­nos casos, se agra­va. Vea­mos las cau­sas de este des­per­di­cio, sus con­se­cuen­cias y las accio­nes que las fami­lias espa­ño­las están toman­do para reducirlo.

Desperdicio por composición de los hogares

Un dato intere­san­te que sur­ge de estas esta­dís­ti­cas es que no todos los hoga­res des­per­di­cian ali­men­tos en la mis­ma medi­da. Hay dife­ren­cias sig­ni­fi­ca­ti­vas depen­dien­do de la com­po­si­ción del hogar. Por ejem­plo, las pare­jas con hijos peque­ños son uno de los gru­pos que más ali­men­tos tiran, con casi 1,5 kilos de des­per­di­cio a la sema­na duran­te los meses de oto­ño e invierno. Esto es casi el doble de lo que dese­chan los jóve­nes inde­pen­dien­tes y los jubi­la­dos en el mis­mo período.

Los jubi­la­dos, por su par­te, fue­ron los que menos ali­men­tos des­per­di­cia­ron. Esto podría deber­se a que las per­so­nas que tra­ba­jan sue­len tener menos tiem­po para pla­ni­fi­car y coci­nar sus comi­das en com­pa­ra­ción con aque­llos que están jubi­la­dos y pue­den orga­ni­zar mejor su tiempo.

Concienciación sobre el desperdicio alimentario

En un con­tex­to en el que los pre­cios de ali­men­tos como el acei­te, la fru­ta y la car­ne están en cons­tan­te aumen­to, el des­per­di­cio de comi­da se vuel­ve aún más preo­cu­pan­te. La con­cien­cia­ción sobre la pér­di­da y el des­per­di­cio ali­men­ta­rio es cru­cial para abor­dar este pro­ble­ma. Es por eso que, des­de 2020, se cele­bra el Día Inter­na­cio­nal de Con­cien­cia­ción sobre la Pér­di­da y el Des­per­di­cio Ali­men­ta­rio cada 29 de septiembre.

El Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra, Pes­ca y Ali­men­ta­ción iden­ti­fi­ca dos tipos prin­ci­pa­les de des­per­di­cio de ali­men­tos en los hoga­res espa­ño­les. El pri­me­ro inclu­ye pro­duc­tos como fru­tas, car­ne fres­ca y lác­teos que se dese­chan por­que se dete­rio­ran o cadu­can. El segun­do tipo es el de las sobras de comi­das, como pas­ta, ensa­la­da, arroz y legum­bres, que pasan del pla­to o la neve­ra al con­te­ne­dor de basura.

Cifras alarmantes de desperdicio

El des­per­di­cio ali­men­ta­rio alcan­za su pun­to máxi­mo en el perío­do de octu­bre a mar­zo, cuan­do se mal­gas­tan más de 588 millo­nes de kilo­gra­mos y litros de ali­men­tos y bebi­das, lo que equi­va­le a unos 33 kilos por hogar. En este perío­do, las fru­tas, ver­du­ras y hor­ta­li­zas repre­sen­tan casi la mitad del des­per­di­cio total.

En com­pa­ra­ción con el año 2021, el des­per­di­cio aumen­tó en una varie­dad de pro­duc­tos, inclu­yen­do zumos (+16%), pas­ta (+14%), leche (+14%), car­nes fres­cas (+9%), pla­tos pre­pa­ra­dos (+9%), bebi­das refres­can­tes (+6%), embu­ti­dos (+3%) y que­sos (+2%).

El papel de las familias en la reducción del desperdicio

A pesar de estas cifras alar­man­tes, muchas fami­lias espa­ño­las están toman­do medi­das para redu­cir el des­per­di­cio de ali­men­tos. Algu­nas de las estra­te­gias inclu­yen apro­ve­char al máxi­mo las sobras, con­ge­lar ali­men­tos antes de que se estro­peen, y com­prar pro­duc­tos con una fecha de cadu­ci­dad más larga.

Resultados positivos

A pesar del pro­ble­ma per­sis­ten­te del des­per­di­cio de ali­men­tos en Espa­ña, los datos reve­lan una ten­den­cia posi­ti­va. En 2022, los espa­ño­les des­per­di­cia­ron 193.300 tone­la­das menos de ali­men­tos y bebi­das que en el pri­mer año de la pan­de­mia, lo que repre­sen­ta una dis­mi­nu­ción del 14,15%. Tam­bién se obser­va una dis­mi­nu­ción del 6% en el des­per­di­cio en com­pa­ra­ción con 2021.

En cuan­to a la ges­tión de ali­men­tos por per­so­na, se regis­tró una dis­mi­nu­ción del 10,3% en el últi­mo año, lo que demues­tra una ten­den­cia hacia un mayor cui­da­do en el uso de alimentos.

Pien­sa si lo vas a con­su­mir antes de comprarlo

El des­per­di­cio de ali­men­tos en Espa­ña es un pro­ble­ma sig­ni­fi­ca­ti­vo que tie­ne un impac­to en la eco­no­mía de los hoga­res, la sos­te­ni­bi­li­dad y el medio ambien­te. A pesar de las cifras alar­man­tes, exis­te una cre­cien­te con­cien­cia­ción sobre la impor­tan­cia de redu­cir el des­per­di­cio de alimentos.

La ges­tión ade­cua­da de la comi­da, la pla­ni­fi­ca­ción de las com­pras y el uso efi­cien­te de las sobras son prác­ti­cas que están ayu­dan­do a las fami­lias espa­ño­las a redu­cir el des­per­di­cio de ali­men­tos. A medi­da que la con­cien­cia sobre este pro­ble­ma con­ti­núa cre­cien­do, es posi­ble que vea­mos una dis­mi­nu­ción aún mayor en el des­per­di­cio de ali­men­tos en el futu­ro, lo que sería bene­fi­cio­so tan­to para los hoga­res como para el medio ambiente.